top of page
Foto del escritorCarolina Sharma

Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias. "Mi sueño de ser científica".

Actualizado: 20 may 2023

Autora: Xiomara López

Nací en el municipio de Bello Antioquia, en una familia de 4 personas, mis 2 padres, Lucelly y Darío, y mi hermano mayor, Félix. Éramos una familia muy amorosa y unida. Mis padres tenían una ferretería en la casa, así que trabajaban de manera independiente y crecí en medio del comercio de todo tipo de materiales eléctricos. Recuerdo que pasaba la mayor parte del tiempo en la ferretería con mis padres, jugando con alambres, tornillos y aprendiendo de electricidad. Mi hermano siguió la tradición familiar de electricista y comerciante, pero yo, a medida que iba creciendo no veía mi futuro en los negocios familiares.

Estudié mi primaria y secundaria en el Instituto Parroquial Jesús de la Buena Esperanza, un colegio católico cercano a mi casa, que me brindó principalmente aprendizajes en mi formación espiritual, de liderazgo y en valores; los cuales han sido grandes pilares en mi vida. Cuando estaba en décimo grado, como muchos estudiantes, no sabía qué quería estudiar o qué hacer con mi vida. Al terminar la etapa escolar, presenté las pruebas de orientación vocacional que concluyeron que tenía un perfil ideal para trabajo social o de psicología. Aunque me gustaban mucho esas opciones y siempre me ha encantado hacer trabajo comunitario, no me veía a nivel profesional en esos campos. Estando en décimo grado, me involucré en unos semilleros de investigación que nos ofrecieron en el colegio financiados por el programa ONDAS de Colciencias, en el área de Biología. Allí conocí grandes amigos y comencé a interesarme por la ciencia.

Es por ello, que al terminar el grado 11, busqué carreras relacionadas con la Biología y la Química y me llamó la atención estudiar Microbiología Industrial y Ambiental de la Universidad de Antioquia. No había muchas referencias de esta, porque era la primera vez que se ofertaba, así que enfrentando los temores de lo que me iba a encontrar y la incertidumbre de no saber a ciencia cierta qué quería estudiar, me presenté y me gradué en la primera cohorte de la carrera en el 2010. Durante el proceso descubrí que amaba los microorganismos y sus procesos con aplicaciones ambientales e industriales. Fue un reto muy grande porque al ser una carrera nueva, nos tocaba abrir un nuevo mercado y romper los paradigmas de que los microbiólogos (anteriores Bacteriólogos), sólo podían trabajar en clínica, tomando muestras y en diagnóstico de enfermedades. En realidad, dichas actividades a mí no me satisfacían ni me gustaban. Pero descubrir que había nuevas aplicaciones de la microbiología y que teníamos que buscar nuevos campos de acción, suponía un gran reto que me gustaba enfrentar.

Estando como estudiante en la Universidad, me fui interesando por la investigación y la docencia. Pertenecí a varios grupos de investigación, y participé un año como docente auxiliar de cátedra apoyando a mis compañeros de primeros semestres. Al final de la carrera debíamos hacer dos prácticas profesionales: la primera la hice en la Corporación para Investigaciones Biológicas, en Medellín, trabajando con temas de Control Biológico; y la segunda me postulé para hacerla en el exterior y fui aceptada en Solarium Biotechnology (Chile), una empresa dedicada a la producción y comercialización de microalgas ubicada en el desierto de Atacama. Aunque estaba muy feliz de haber pasado a la convocatoria de hacer mi práctica profesional, tenía varios temores porque nunca había salido del país y no tenía los recursos económicos para cubrir los gastos de tiquetes, pasaporte y viáticos de los primeros días. Sin embargo, mis padres hicieron un préstamo bancario y vendieron el carro para poder ayudarme con algunos gastos; y en la Universidad me apoyaron con los tiquetes aéreos. Eso me ayudó a poder cumplir uno de mis sueños que era conocer un lugar nuevo fuera de Colombia. En la empresa chilena, nos dieron el hospedaje y nos daban un aporte económico que ayudaba a cubrir con los demás viáticos mensualmente. Fue un gran reto y una gran experiencia la de poder trabajar y vivir en otro país, conocer una cultura diferente y establecer relaciones interpersonales que me ayudaron a crecer y dejaron huella en mi corazón. Todo lo anterior sumado al gran aprendizaje a nivel académico me permitió seguir encaminándome a nivel profesional en lo que soy hoy en día.

Luego de graduarme como microbióloga en el año 2010, me presenté a la maestría de Biotecnología en la Universidad de Antioquia, ya que quería seguir estudiando. Sin embargo, no sabía cómo la iba a pagar, ya que no tenía para el semestre que en su tiempo eran 5 salarios mínimos colombianos. Tuve que tomar un préstamo bancario para cubrir los gastos del primer semestre. Mientras cursaba en el primer semestre, en el grupo de investigación Biopolimer, al que yo pertenecía, tenían algunos proyectos y me contrataron unas horas como auxiliar para apoyarlos. Recuerdo que mientras algunos compañeros estaban trabajando en empresas y recibiendo salario, yo tenía que pagar un semestre costoso y los pequeños contratos que tenía sólo me alcanzaban para los pasajes. Pero yo tenía el firme deseo de querer ser un magíster y luchar por mi sueño de seguir estudiando.

En el segundo semestre de estar en la maestría, me presenté a la convocatoria de Jóvenes

Investigadores e Innovadores de Colciencias, la cual gané de forma consecutiva por dos años. Este programa estaba enfocado en investigadores que estuvieran cursando maestría y me brindó una gran ayuda porque gracias a estos ingresos, pude ahorrar y pagar el resto de los semestres del posgrado sin la necesidad de hacer más préstamos. Adicionalmente, tenía un salario con el cual cubrir mis gastos personales.

En ese mismo año, en el 2012, me casé y junto con mi pareja, quisimos también emprender un proyecto de vida familiar. Durante mis estudios de maestría, también me postulé para dictar unos cursos en modalidad de cátedras en las regiones de la Universidad de Antioquia. Gracias a estos cursos continué mi formación como docente y tuve la posibilidad de viajar a diferentes regiones del departamento con distintas realidades y contextos, lo cual me llevó a aprender mucho a nivel académico y social. Como beneficio por ese trabajo, la universidad me descontó unos porcentajes en el valor de la matrícula de los últimos semestres de la maestría, lo que me permitió, hacer más llevadera la situación económica y poder ir pagando el préstamo que hice para pagar el primer semestre.

En noviembre de 2014 me gradué de la maestría y en el 2015 me postulé para la beca de Minciencias de “Doctorados Nacionales” y pasé. En 2016 inicié el doctorado y quedé embarazada de mi primer hijo. Eso suponía un gran reto al iniciar un doctorado como mamá primeriza, y aunque hubo muchas dificultades y desafíos, no me arrepiento. Amo a la ciencia, pero ser mamá es de las mejores cosas que me han pasado en la vida. Renuncié al segundo semestre del doctorado para disfrutar la licencia de maternidad de tiempo completo con mi hijo y retomé el doctorado al semestre siguiente. Ser mamá y estudiar me implicaba mucha disciplina, dedicación, trasnochos, y esfuerzos económicos, pero estaba segura de que quería seguir luchando por lograr mis objetivos y compartir con mi familia. Mi esposo fue un gran apoyo porque trabajaba desde casa y ha sido siempre un papá y un esposo muy dedicado.

Durante el doctorado tuve la oportunidad de viajar a países como Brasil y México, donde conocí colegas, investigadores y docentes de otras disciplinas y culturas que me permitieron afianzar mi formación no sólo académica sino como persona. En el año 2021 entré a trabajar al Tecnoparque del Sena como experta de Biotecnología asesorando proyectos productivos. En el año 2022, nació mi segunda hija, me gradué del doctorado en Ciencias Farmacéuticas y Alimentarias y obtuve la distinción Magna cum laude por la tesis. Actualmente, sigo en la Universidad de Antioquia en docencia e investigación, disfrutando de mi rol como madre de dos hermosos hijos.

A ti, que me lees, si quieres estudiar y seguir el camino de la ciencia y la investigación, no lo dudes. Al subir la escalera del éxito esta tiene curvaturas, espacios sin escalón, incertidumbres, y resultan en momentos de gran cansancio. Con dedicación y perseverancia vas a lograr alcanzar tus metas y tendrás la satisfacción de haber disfrutado el recorrer ese camino a pesar de sus altibajos.


Descarga el achivo en PDF:



91 visualizaciones1 comentario

Entradas recientes

Ver todo

1 commento


rayolegardakellyjhojana
31 mag 2023

Me ciento orgullosa de ti prima, eres una texa en todo lo que haces y admiración y mucho más es lo que siento por ti un abrazo y mil bendiciones.

Mi piace
bottom of page